Al visitar grandes, medianas y pequeñas empresas, sus sueños siempre me abordan con el tema salario o paquete para tal o cual posición, buscando siempre validar que su propuesta económica es “justa”, en función de la economía nacional, del sector en que participan o del tamaño de sus operaciones (utilidades), que es quien al final incide en el salario de todos los integrantes de una empresa.
Desde el punto de vista empresarial, existen algunos métodos para determinar el valor – enunciado este incorrecto, como lo veremos más adelante -, como son: niveles salariales definido por el Banco Central, benchmarking del sector, la prestigiosa encuesta salarial de Macros Consulting o las entrevistas informales entre los pares empresarios.
El enunciado adecuado y justo debe ser, cuánto paga la posición? y no cuánto vale la persona ?. En el primer enfoque, dependeremos en gran medida del perfil, competencias, funciones, habilidades y responsabilidades, mientras el segundo, nos aporta las dimensiones del profesional en termino de experiencia, actitud, compromiso, confianza hacia la persona, siendo este último uno de los factores predominante en una pyme para determinar el salario de una persona.
Para nuestro aporte, nos apoyamos de Suz Amaro, quien liderea la cultura de empleados felices en su mejor versión y en entrevistas a tres profesionales de alto quilates, debido a que son los responsables de cambiar rumbos de empresas, personas, categorías de negocios debido a que sus decisiones tienen impactos de millones de pesos importantes. Además de cientos de impresiones y comentarios que escuchamos a diario de colaboradores en distintos niveles, obteniendo de ellos estos enfoques:
- Un empleado feliz es mucho más productivo.
- La mejor versión de cada uno de nosotros aporta significativamente a la calidad de la cultura de la empresa.
- Un colaborador con actitud construye más fácil una práctica profesional en una labor de experto, que ayuda a acelerar las ganancias del negocio.
- El compromiso hace la diferencia en los momentos de crisis.
- Las habilidades han cambiado, así como los hábitos. Alguien eficiente cuesta y vale más sin importar la posición.
- No importa el salario, la actitud y entrega transforma departamentos, ideas y empresas
- Sin importar la posición, alguien puede ser la chispa positiva e inspiradora en un ambiente Si no, pregunta por la señora del café que todos los días llega con una sonrisa.
- Cuando sabes tu actitud y conoces tu entrega, tu experiencia crece exponencialmente y la competitividad aumenta en comparaciones a tus pares dentro de la empresa y la industria. La calidad de tu trabajo no depende de tu salario.
- Un colaborador enfocado conoce y mejora el entorno para la toma de decisiones e inversiones.
- Quien combina la formación, la experiencia y la actitud requiere menor inversión de tiempo y dinero.
- Un colaborador reconocido, respecto y escuchado es un factor multiplicador de la cultura y sus resultados.
Al final, el cuánto valemos para una empresa, dependerá del reconocimiento de quien espera los resultados y de la actitud de quien da para alcanzarlos.
En sentido contrario, vemos que organizaciones y jefes no escuchan, valoran o reconocen a sus empleados, dejando como consecuencia: la indiferencia, la desidia, el mediocre desempeño, la falta de compromiso, la ausencia de millas extras, la poca o nula generación de valor, el descuido del negocio y el mal clima laboral.
El ser sordo, mudo o ciego en la dirección de la gente trae consecuencias catastróficas debido el mercado y el consumidor puede apreciar eso y lo convierte para su beneficio.
Ud se dará cuenta si valora a sus empleados y que impactan negativamente el negocio, cuándo manifiestan acciones como la siguiente: cinqueños en su horario de salida, comen sus cheques de quincena, ausencia de nuevas ideas, tibios en la vivencia de los valores de la empresa, desconocimiento del negocio, entre otros, que de forma individual o combinada dañan los resultados del negocio. Deténgase un momento y piense, quiénes están en esa versión, porque ellos requieren de un plan urgente para su conversión a la productividad y competitividad.
En nuestra empresa, no tenemos un mensajero de tramitación de documentación, pero si tenemos un oficial de servicio externo que trabaja menos tiempo, conoce de todos los procesos, tiene la capacidad de interactuar con los clientes y soluciona situaciones de crisis en ciertos momentos. ¿Por cuál pagaría usted un monto adicional ?
No podemos dejar de comentar, que si deseas un análisis con un poco más de profundidad, puedes determinar el valor de tu colaborador tomando en consideración, la rentabilidad que te ha permitido alcanzar antes de y después de, qué cantidad de llamadas tengo perdidas, cuánto han mejorado tus cobros, qué tiempo has eficientizado tus procesos, que tamaño de mercado has alcanzado, entre otros planteamientos que sin lugar a duda ayudar a ver como un mismo salario tiene un impacto distinto según la gente.
Con este cerramos y es que un dueño puede tener los mismos indicadores para su gente pero su gente tiene posibilidad de que cada uno de sus indicadores sea mejor en función de las decisiones y acciones que hacen día a día.
Y como dicen un programa televisivo, sea usted el jurado y valore en su justa dimensión a quien valor y protege a su empresa, muchas veces más que ud mismo o sus herederos.