Los colmados en la República Dominicana, conocidos como las “tiendas del barrio”, son una pieza fundamental en la estructura del comercio minorista del país. Con más de 60,000 puntos de venta, estos negocios representan una red de distribución masiva que conecta productos esenciales con las comunidades en todo el territorio nacional.
En el país existen más de 60,000 colmados.
Este tipo de negocios, clasificados como parte del canal tradicional (DTT), no solo venden productos básicos como alimentos y artículos del hogar, sino que también ofrecen una amplia gama de servicios: desde venta de recargas telefónicas hasta servicios de delivery y sub-agentes bancarios. El promedio de productos en un colmado puede oscilar entre 800 a 1,200 artículos, con ventas diarias que van de RD$20,000 a RD$100,000, dependiendo de la ubicación y el tamaño del negocio.
Las colmados, tienen un impacto significativo en la economía del país. En 2023, las ventas de estos establecimientos alcanzaron RD$438,000 millones, marcando un aumento del 6% en comparación con el año anterior. Este crecimiento resalta su papel crucial en la distribución de productos y en la economía local.
Aunque los colmados no son los mayores generadores de empleo directo, sí contribuyen a la creación de empleos indirectos al ser un eslabón clave en la cadena de distribución de mercancías. Además, distribuyen alimentos procesados al 72% de la población y productos agropecuarios al 68%, lo que los convierte en un componente vital para el acceso a bienes esenciales.
Sin embargo, los colmados enfrentan desafíos importantes como la presión fiscal y las reformas fiscales que podrían aumentar los impuestos sobre productos clave, lo que afectaría su viabilidad económica. A pesar de esto, con el apoyo adecuado del Gobierno y otras entidades, los colmados pueden continuar evolucionando y adaptándose a las necesidades del mercado.
En resumen, los colmados son fundamentales para la economía dominicana, no solo por su contribución financiera sino también por su rol social y comunitario. Su capacidad para adaptarse e innovar será crucial para su sostenibilidad futura, ya que el colmado es mucho más que un lugar de compras; es un punto de interacción social y un motor económico en los barrios.